<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d2158548461852463444\x26blogName\x3dHistorias+de+Cobayo,+Medusa+%26+Mangosta\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dTAN\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://cobayomedusaymangosta.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://cobayomedusaymangosta.blogspot.com/\x26vt\x3d8940614546713309699', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Historias de Cobayo, Medusa & Mangosta

 

El inicio de todo

jueves, 30 de noviembre de 2006

Cobayo cuenta con números Romanos
Medusa menea su cabeza y le da un tiritón
Cobayo cuenta cada moneda
Medusa mantiene un lápiz en su mesón.
Cobayo Camina cuando se pone nervioso
y por eso suele hacerlo todo el dia
Medusa meticulosamente se asoma desde abajo
y observa como se va su vida de a poco.
Cobayo cree que cantando se hace un ¡Salud!
y medusa miente descaradamente al respecto,
Cobayo cavila, vacila y vigila
pero Medusa se queda quieta en un rincón.
Cobayo mira siempre para abajo
y Medusa siempre parece mirar al cielo
Cobayo camina hasta donde la tierra le permite
y Medusa se permite llegar solo hasta la tierra.
Cobayo no conoce a medusa pero intuye
que medusa existe en un milímetro de seso
mientras duerme, una rana croa y hay mil setecientas ocho estrellas.
Cobayo mantiene en su cabeza cada número
y Medusa merodea como un ocho, como un seis y a veces
como un cuarto del mismo color.

Los temores son fuertes



Cobayo viene desde las piedras y las hojas caducas,
Medusa desde el hongo vivo y titilante de las hojas,
parecen hermanos de distinto padre, distinta madre y distinta vida,
parecen enemigos que nunca en su vida se han visto.

Cobayo se pregunta cuanto tiempo pasará hasta conocer a Medusa
y Medusa se pregunta por qué el cielo se mueve tanto,
Cobayo no entiende por qué es tan difícil
y Medusa solo quiere comerse un pan con mantequilla.

Cobayo cuenta y anota todo en su agenda,
Medusa sonríe cuando ve cualquier luz posible,
Cobayo quiere recibir algún día una pensión del gobierno
pero Medusa quiere un caramelo de anís y una llave,
por eso Cobayo es un cobayo sorprendido y sumiso,
sabe bien que las llaves abren y él prefiere cerrado.

Medusa tiene todo el poder al que se puede aspirar,
por eso abre sus narices (tiene mas de 100) y chupa todo
pero un grano de arena se le atora en la 65 y para,
a esa altura a Cobayo no le queda mas que rezar.

Medusa cambia de color y elige fucsia,
pero el color es porfiado y se pone blanco o gris,
Cobayo piensa ya en un funeral lo mas barato posible
porque puede ser que mañana ya no haya ningún árbol, siquiera,
quien sabe... asi de rápido cambian las cosas.

La incertidumbre de Medusa




Garrapata sale de viaje y no sabe hasta donde
y cuando sepa hasta donde no sabrá hasta cuando
y cuando sepa cuando no sabrá cómo
y cuando sepa cómo ya no sabrá porqué sale de viaje
entonces intentará volver
no sin antes pasar al negocio mas cercano.

Comprará una bayoneta con 13 dardos venenosos
porque él cree que si todos le temen al 13,
todos le tendrán miedo al veneno y morirán en la incertidumbre.

Medusa lo sigue todo el camino por sospecha fundada,
desde que vio al circo llegar que no confía en Garrapata
pero sin quererlo se acuerda de Escorpión y suspira y tirita
y cada vez que esto le pasa se come una manzana.

Cobayo ve pasar los días y se siente liviano
le falta algo y echa de menos a Garrapata
y piensa que si pusiera precio a sus recuerdos
podría comprarse un camión y repartirle maní a los monos.

Medusa cierra los ojos y los abre de golpe
creyendo que quizá un milagro ponga frente suyo a Escorpión
pero Medusa está sentada mirando al norte
y Escorpión observa que se le corrió un punto al chaleco.

Garrapata, por su parte, se esconde tras los árboles
y Cobayo busca desesperadamente una receta de cocina
Garrapata cava un foso detrás de un arbusto y se esconde
y Cobayo encuentra la receta en un libro de historietas
Medusa no se mueve ni un ápice mientras cierra y abre los ojos,
entonces Escorpión estornuda con una pelusa en su cola

a Garrapata se le viene la tierra encima y queda aplastada,
Cobayo cocina el mejor plato de su vida,
Medusa se da cuenta de que no hay que jugar con el amor
y Escorpión ve que los extranjeros igual pueden reirse.
 
   





© 2006 Historias de Cobayo, Medusa & Mangosta | Plantilla por Plantishas para Blogger
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.