La llegada
Paquidermo entra en terreno neutral,
ni muy dentro, ni muy fuera,
ni muy dentro, ni muy fuera,
ni muy frío, ni muy alegre,
ni muy fétido, ni muy.
Paquidermo llega de improviso el 3 de agosto
y vuelve a llegar avisado el 4 del mismo
Cobayo lo mira sin creer que existan tantas calles
en un ser tan gris y efímero como eso frente a sí.
Medusa lo observa con detención, cada detalle
y le parece de telenovela o de chispitas
Mangosta se sorprende al ver una familia con tanta soledad
y una cola tan fuera de lugar.
Paquidermo se siente esotérico y algo plástico
pero saluda igual como alguna vez saludo a Saturno
y todos le hacen una reverencia estilo antiguo
cabeza a un hombro, cabeza al otro,
manos al cielo, manos al lado,
90 grados frontal, lateral, occipital y aplauso.