Éxodo I
Todos comenzaron a marchar al son de una gaviota
a veces todos caían, otras, caminaban razantes.
Mangosta cuñado se vió en la mas mísera soledad
Cobayo lo seguía abrazando desde hacían 7 días
Medusa se sentía satisfecha por la paz del mundo
y se sentaba a esperar a que algún día llegara Escorpión
pero se adelantó Capricornio y llegó fin de año.
Medusa tiritó y pensó en lo peor, pero le salió lo mejor y se calmó,
Cobayo no quería despegarse de Mangosta cuñado,
le recordaba tanto a Garrapata que casi sentía su olor
aunque lo llevara pegado en la planta del pié
cuando sin saberlo siquiera le dió un pisotón totalmente aplastador
pero Mangosta cuñado necesitaba algo mas
y subió a la cima de la cordillera mas próxima
sin darse cuenta de que en la costa
las cimas son escasas y poco recurrentes
y no vio nada, porque Cobayo le tapaba los ojos con sus brazos.
Cobayo pensaba en qué tan eclesiástico se sentía
y Mangosta ya no tenía esperanzas de recuperar a sus hijos y nietos
necesitaba organizar una asamblea pero no supo cuándo sería óptimo
por eso fue a hablar directamente con el alcalde
y le pidió toda la atención posible
Ahora Mangosta cuñado casi no sabe que hacer
pero por casi se le ocurrió una idea
y puso frente a su puerta:
SE VENDE ATENCIÓN POR KILO O POR AÑOS,
consultar al lado
se cambió de casa y supo que lo que mejor
ya venía en paquete de a peso.