Mangosta desconfía
Ensalada de puerros y venado al horno
es lo que casi decide Medusa cocinar;
si no es por el incidente-accidente,
esto jamas en la vida hubiera sucedido.
Tan pueril como sucinto,
tan cruel como sangriento,
tan culpable como inocente,
Mangosta se desespera y acude a Cobayo,
quien a su vez cierra los ojos
y entona una canción gritada
pero poco lúcida y poco habitable.
Mangosta no entiende la crueldad
en un momento tan circunspecto,
no puede creer esa actitud de repudio,
no entiende que se lo trate con tanta deferencia,
con tanta sobredosis de "No te escucho".
Cobayo casi llora y Medusa casi cocina,
en Cambio Mangosta lo hizo y lo dijo:
"No crean que yo no lo he visto antes"
y una mirada cómplice y hambrienta
se posó en los ojos taciturnos de Cobayo
y de una Medusa atípica.
Por un momento pudieron engañarlo,
lamentablemente solo fue eso, un momento,
Mangosta ya no confía ni en los árboles.
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on lunes, 9 de julio de 2007 at lunes, julio 09, 2007.
